Epigenética y Genes
Ana
Ana
| 17-11-2025
Equipo de Ciencia · Equipo de Ciencia
Epigenética y Genes
A menudo pensamos en nuestro ADN como algo fijo, un plano que heredamos de nuestros padres.
Pero los recientes avances en la ciencia han mostrado que la relación entre nuestro entorno y nuestro material genético es mucho más compleja.

La Epigenética: ¿Qué es?

La epigenética se refiere a cambios en la actividad génica que no implican alteraciones en la secuencia subyacente del ADN. En lugar de eso, estos cambios suelen ser causados por modificaciones químicas que afectan la forma en que se expresan los genes. En términos simples, mientras que nuestro ADN puede permanecer igual, la forma en que funcionan nuestros genes puede ser influenciada por factores en nuestro entorno.
Uno de los procesos clave involucrados en la epigenética es la metilación del ADN. En este proceso, grupos metilo (un tipo de marcador químico) se adhieren a la molécula de ADN, potencialmente activando o desactivando un gen. Otro proceso importante es la modificación de histonas, donde proteínas llamadas histonas, alrededor de las cuales se enrolla el ADN, son alteradas químicamente, afectando qué tan apretado o suelto está empaquetado el ADN. Mientras más apretado esté el ADN, menos probable es que se exprese.
Lo fascinante de la epigenética es que estos cambios a veces pueden ser transmitidos a generaciones futuras, incluso aunque la secuencia de ADN en sí misma permanezca inalterada.
Epigenética y Genes

¿Cómo Afecta el Estrés a Nuestros Genes?

Uno de los factores ambientales más estudiados en epigenética es el estrés. Todos hemos escuchado el dicho "el estrés entra bajo la piel", pero resulta que el estrés también podría afectarnos a nivel genético. Las investigaciones muestran que el estrés crónico puede dejar marcas duraderas en nuestros genes: estudios realizados por Oberlander et al. encontraron que el estrés prenatal materno aumenta la metilación del gen NR3C1, afectando la regulación del estrés en los infantes, y según Sanchis-Gomar et al., el ejercicio físico regular desencadena cambios beneficiosos en la forma en que se regulan nuestros genes a través de procesos epigenéticos, mejorando así la salud general.
Por ejemplo, según el Dr. Eric J. Nestler, el estrés puede alterar cómo se expresan los genes en el cerebro, y estos cambios, mediados por procesos epigenéticos, pueden durar no solo días o semanas, sino meses o incluso años después del evento estresante. Aquellos que experimentan altos niveles de estrés pueden tener una expresión génica alterada en áreas del cerebro involucradas en la regulación del estado de ánimo, haciéndolos potencialmente más susceptibles a la ansiedad, depresión y otras condiciones de salud mental. Estos cambios podrían no ser permanentes, pero en algunos casos, pueden perdurar mucho tiempo después de que el evento estresante haya pasado, afectando la salud del individuo durante años.
Esto no significa que estemos condenados por el estrés. Comprender cómo el estrés afecta a nuestros genes abre la posibilidad de intervenciones dirigidas, como terapia, ejercicio o incluso medicación, que podrían ayudar a "reajustar" los cambios epigenéticos causados por el estrés.

El Impacto de la Dieta en la Expresión Génica

Todos sabemos que lo que comemos juega un papel importante en nuestra salud, ¿pero nuestra dieta también podría afectar nuestros genes? La respuesta es sí. Ciertos alimentos pueden influir en la expresión génica a través de mecanismos epigenéticos. Por ejemplo, una dieta rica en frutas, vegetales y grasas saludables puede llevar a cambios positivos en la forma en que funcionan nuestros genes, potencialmente reduciendo el riesgo de enfermedades como enfermedades cardíacas, diabetes y cáncer.
Por el contrario, una dieta alta en alimentos procesados y azúcares puede llevar a cambios epigenéticos que aumentan el riesgo de obesidad, trastornos metabólicos y otras condiciones crónicas. Un ejemplo de esto es cómo una mala dieta puede impactar los genes involucrados en la inflamación. La inflamación crónica es un factor clave en muchas enfermedades, incluyendo artritis, diabetes y enfermedades cardíacas, y según la Dra. Lucia Aronica, la nutrición se encuentra entre los factores de estilo de vida más potentes en modular cómo se expresan nuestros genes; con la dieta adecuada, incluso podríamos reducir la actividad génica relacionada con la inflamación y retrasar el envejecimiento biológico.
Según Anderson, Sant y Dolinoy, los científicos han demostrado firmemente que la ingesta de nutrientes, especialmente de vitaminas donantes de metilo como el folato, puede influir significativamente en los patrones de metilación del ADN y, por lo tanto, potencialmente modificar la actividad génica.

Actividad Física: Ejercicio y Expresión Génica

El ejercicio es otro factor ambiental que tiene efectos profundos en la expresión génica. Cuando hacemos ejercicio, nuestros músculos experimentan estrés físico, pero este estrés también desencadena una cascada de señales moleculares que afectan la forma en que se expresan nuestros genes. Por ejemplo, se ha demostrado que la actividad física regular activa genes que promueven la reparación del ADN dañado, reduce la inflamación y mejora la salud metabólica en general.
Según un importante metanálisis publicado en Aging Cell, el ejercicio regular cambia los patrones de expresión génica y epigenética hacia aquellos encontrados en individuos más jóvenes, especialmente en genes relacionados con la estructura muscular, el metabolismo y la salud mitocondrial.
Curiosamente, los beneficios del ejercicio en la expresión génica también pueden ser influenciados por factores como la dieta y el sueño. Esto resalta cómo nuestro entorno (incluyendo nuestras elecciones de estilo de vida) interactúa con nuestros genes para afectar nuestra salud.
Epigenética y Genes

¿Pueden los Cambios Epigenéticos Ser Heredados por las Generaciones Futuras?

Uno de los aspectos más fascinantes de la epigenética es la posibilidad de que algunos factores ambientales puedan influir no solo en los genes de un individuo, sino también en los genes de su descendencia. Esto se conoce como herencia epigenética transgeneracional. Según la Dra. Edith Heard de EMBL y el Dr. Robert A. Martienssen del Laboratorio Cold Spring Harbor, si bien los factores ambientales pueden influir en cómo se expresan los genes, y en algunos casos estos efectos pueden incluso transmitirse, el grado en que esto ocurre en los humanos sigue siendo incierto y sigue siendo objeto de investigación activa.
Según el Dr. Marcus Pembrey, las experiencias ambientales como el trauma infantil o la mala nutrición pueden alterar la expresión génica a través de mecanismos epigenéticos, y en algunos casos estos cambios pueden afectar incluso a la siguiente generación, destacando que la herencia genética implica más que solo secuencias de ADN.
Sin embargo, el alcance de los cambios epigenéticos que pueden transmitirse sigue siendo un tema de investigación en curso. Si bien algunos cambios parecen ser transmitidos, aún no está claro cuán significativos son estos efectos a largo plazo o cómo podrían revertirse.

Conclusión: Epigenética y el Futuro de la Salud

La epigenética ha abierto un mundo lleno de posibilidades en nuestra comprensión de cómo el entorno moldea nuestra salud. Desde el estrés y la dieta hasta el ejercicio y los factores sociales, la forma en que vivimos puede influir directamente en cómo se expresan nuestros genes. Esto tiene profundas implicaciones para la prevención y el tratamiento de enfermedades, e incluso en la forma en que pensamos sobre la herencia.
A medida que la investigación en este campo continúa creciendo, podemos encontrar nuevas formas de manipular la expresión génica para mejorar, ayudándonos a prevenir y tratar enfermedades de manera más efectiva. El estudio de la epigenética nos recuerda que si bien podemos heredar nuestro ADN, también somos moldeados por el mundo que nos rodea. Es un recordatorio poderoso de que, en muchos aspectos, tenemos la capacidad de influir en nuestra salud y bienestar, tomando el control de nuestro entorno y las decisiones que tomamos.
¿Y tú? ¿Alguna vez has pensado en cómo tu estilo de vida podría estar influenciando tus genes? ¡Siéntete libre de compartir tus pensamientos!