Los scones son una delicia tradicional de la repostería británica, perfectos para acompañar el té de la tarde o disfrutar en un desayuno especial.

Su textura suave y esponjosa, combinada con el dulzor natural de los arándanos, los convierte en una opción irresistible para los amantes de la repostería casera.​

Historia y Origen de los Scones

Originarios del Reino Unido, los scones han sido una parte esencial de la cultura del té desde el siglo XVIII. Tradicionalmente, se sirven con clotted cream y mermelada, aunque con el tiempo han evolucionado para incluir diversas variantes, como los scones de arándanos, que aportan un toque fresco y afrutado a la receta clásica.​

Ingredientes Necesarios

Para preparar aproximadamente 8 scones, necesitarás:

350 g de harina para todo uso

50 g de azúcar

2 cucharaditas de polvos de hornear

½ cucharadita de sal

1 ½ taza de arándanos (frescos o congelados)

114 g de mantequilla sin sal, fría y cortada en cubos

¾ taza de buttermilk*

1 huevo

1 cucharadita de esencia de vainilla​

* Nota: Si no dispones de buttermilk, puedes mezclar ¾ taza de leche con 2 cucharadas de jugo de limón y dejar reposar durante 10 minutos.​

Preparación Paso a Paso

1. Precalienta el horno a 200°C (400°F).

2. En un recipiente grande, combina la harina, el azúcar, el polvo para hornear y la sal.

3. Luego, incorpora la mantequilla y, utilizando las yemas de los dedos, mezcla todo hasta que logres una consistencia similar a la arena.

4. Incorpora los arándanos con cuidado para no romperlos.

5. En otro recipiente, bate el buttermilk, el huevo y la esencia de vainilla.

6. Vierte los ingredientes líquidos sobre la mezcla seca y mezcla hasta formar una masa homogénea.

7. Coloca la masa sobre una superficie enharinada y forma un círculo de aproximadamente 20 cm de diámetro y 2 cm de grosor.

8. Corta la masa en 8 triángulos y colócalos en una bandeja para hornear forrada con papel pergamino.

9. Cubre la parte superior de los scones con un poco de leche.

10. Cocínalos en el horno por 20 minutos o hasta que adquieran un color dorado.

Consejos para Obtener un Mejor Resultado

- Si vas a usar arándanos congelados, asegúrate de descongelarlos y escurrirlos correctamente antes de añadirlos a la mezcla.

- Evita amasar en exceso para que los scones no queden duros.

- Para darle un sabor cítrico extra, puedes agregar ralladura de limón.

Opciones de la Receta

Los scones se pueden modificar de muchas maneras. Puedes reemplazar los arándanos por frutas diferentes como frambuesas o moras, o añadir trozos de chocolate para una versión más deliciosa. También tienes la opción de usar harinas integrales o incluir frutos secos para aportar una textura adicional.

¿Cómo Servir los Scones?

Los scones de arándanos son deliciosos tanto calientes como a temperatura ambiente. De forma habitual, los scones se presentan cortados por la mitad y se sirven con mantequilla, mermelada o crema espesa. Además, son ideales para disfrutar con una taza de café o té.

Conservación y Almacenamiento

Para preservar la frescura de los scones, colócalos en un envase cerrado a temperatura ambiente durante un periodo de 2 a 3 días. Si deseas conservarlos por más tiempo, puedes congelarlos y recalentarlos en el horno antes de servir.​

Conclusión

Preparar scones de arándanos en casa es una experiencia gratificante que combina tradición y sabor. Con ingredientes simples y pasos sencillos, puedes disfrutar de este clásico británico con un toque frutal en cualquier momento del día. Anímate a experimentar con diferentes ingredientes y encuentra tu versión favorita de esta deliciosa receta.