Los carquinyolis son un delicioso dulce tradicional de Cataluña, especialmente populares en la provincia de Girona. Con una receta sencilla y fácil de hacer, estos biscotes con almendras son perfectos para acompañar una taza de café o para disfrutar como un snack.

Aunque tienen un sabor bastante dulce, su textura crujiente los hace únicos, similares a los italianos cantucci, pero con su toque característico. Si quieres probar un dulce auténtico de la región, ¡sigue esta receta infalible!

Ingredientes

Para hacer carquinyolis, necesitarás ingredientes simples que probablemente ya tienes en casa. Los más importantes son harina de trigo, almendras, huevos, azúcar, levadura y un poco de licor (ratafía o aguardiente). Estos ingredientes básicos crean la base para el carquinyoli, pero puedes personalizarlo añadiendo otros frutos secos o incluso un toque de canela para enriquecer su sabor. A continuación os lo detallamos:

150 gr de harina de trigo

80 gr de almendras crudas

2 huevos

90 gr de azúcar

10 gr levadura química

Canela molida

Aguardiente o licor de ratafía o Jaggermaste

Pizca de sal

Pasos a seguir

Paso 1: Preparar la masa

Comienza mezclando todos los ingredientes, excepto uno de los huevos, en un bol. La mezcla debe quedar algo pegajosa, pero manejable. Después, agrega las almendras, previamente puestas en remojo durante unos 20 a 30 minutos, escurridas y distribúyelas bien por toda la masa. Este es el momento perfecto para incorporar otros frutos secos si lo deseas. La masa no debe ser demasiado húmeda, ya que la textura final debe ser crujiente.

Paso 2: Formar la barra

Precalienta el horno a 180 grados Celsius. En una bandeja forrada con papel de hornear, extiende la masa formando una barra de unos 5 cm de ancho. Con el otro huevo batido, barniza la superficie de la barra. Esto ayudará a darle un bonito color dorado al hornearse. Asegúrate de que la barra esté bien compacta para que se hornee de manera uniforme.

Paso 3: Primer horneado

Hornea la barra durante 15 minutos. Al principio, la masa subirá y se expandirá ligeramente. Una vez pasado este tiempo, la barra debe verse dorada y ligeramente firme al tacto. Saca del horno y deja enfriar un poco para poder cortarla sin que se deshaga.

Paso 4: Cortar y hornear de nuevo

Después de enfriar un poco, corta la barra en rebanadas de unos 1,5 cm de ancho. Coloca las rebanadas de vuelta en la bandeja y hornea nuevamente durante unos 10-15 minutos más, hasta que los carquinyolis estén completamente secos y crujientes. Este segundo horneado es lo que les da su textura característica, que es clave para disfrutar de estos dulces.

Conclusión: Disfruta de un delicioso carquinyoli

Una vez horneados y enfriados, los carquinyolis están listos para ser disfrutados. Puedes comerlos solos, con un poco de helado o acompañados de una copa de vino dulce. Son perfectos para una sobremesa o como un snack durante el día. Además, al ser bastante duraderos, puedes guardarlos durante varios días sin que pierdan su frescura. ¡Anímate a probar esta receta y disfruta de un dulce típico catalán en casa!