¡Descubre la receta tradicional de las rosquillas caseras más deliciosas que hayas probado! En este artículo te enseñaremos paso a paso cómo hacerlas en la comodidad de tu hogar, sin complicaciones y con ingredientes que seguro ya tienes en tu cocina.

¡No te pierdas esta exquisita receta que te transportará a la infancia con cada bocado!

Sabor casero en cada mordisco

Sumérgete en el dulce mundo de las rosquillas caseras con esta receta que te garantiza un sabor auténtico que no podrás resistir. Con ingredientes simples y un proceso detallado, en poco tiempo podrás disfrutar de estos bocados de felicidad que harán las delicias de todos en casa.

Consejos para el éxito asegurado

Aprende los secretos y consejos para lograr rosquillas perfectas en cada intento. Desde la temperatura ideal de la masa hasta el punto exacto de cocción, con estos trucos te convertirás en un experto repostero y sorprenderás a tus familiares y amigos con tu destreza en la cocina.

El postre perfecto para cualquier ocasión

Ya sea para una merienda especial, un desayuno en familia o simplemente para darte un capricho dulce, estas rosquillas caseras son versátiles y siempre son un acierto. Deja volar tu creatividad y añade tu toque personal a esta receta clásica que nunca pasa de moda.

Ingredientes

230 gr harina de trigo

45 gr azúcar

5 gr levadura química

30 gr leche

15 ml anís dulce (licor)

1 huevo

45 gr Mantequilla a temperatura ambiente

Aceite de girasol en abundancia, para freír

Azúcar para rebozar

Instrucciones

1. Preparar la mezcla seca: En un bol, mezcla la harina, el azúcar y la levadura química. Coloca la mezcla sobre una superficie limpia y forma un hueco en el centro, como un volcán.

2. Agregar los ingredientes líquidos: Vierte la leche, el anís dulce, el huevo batido y la mantequilla derretida en el hueco de la harina.

3. Integrar los ingredientes: Con las yemas de los dedos, mezcla los ingredientes líquidos de forma circular, integrando poco a poco la harina. Con la otra mano, ve incorporando más harina para formar una masa. Continúa amasando durante unos minutos hasta que todos los ingredientes estén bien integrados.

4. Ajustar la textura de la masa: La masa debe ser pegajosa pero manejable. Si está demasiado pegajosa, añade un poco más de harina y amasa hasta obtener la consistencia deseada.

5. Reposar la masa: Envuelve la masa en papel film transparente y déjala reposar en la nevera durante 30 minutos. Esto ayudará a que pierda pegajosidad y tome cuerpo.

6. Formar las rosquillas: Después del reposo, toma porciones de masa, forma un cordón y une los extremos para hacer la forma de rosquilla, presionando bien para que no se abran al freír.

7. Freír las rosquillas: Calienta abundante aceite en una sartén a fuego medio. Fría las rosquillas, girándolas cuando la parte inferior esté dorada, hasta que estén completamente cocidas.

8. Escurrir y servir: Retira las rosquillas del aceite y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Luego, rebózalas en azúcar y ¡listo para servir!

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